¿Te has despertado a mitad de la noche con imágenes de terror en tu cabeza?
Corres por un estrecho pasillo oscuro para salvar tu vida de un monstruo que te persigue. Caes por un larguísimo túnel, pero cuando golpeas el fondo, estás en tu cama. Sin embargo, la sensación de terror persiste, tu corazón late más rápido, tu frente está cubierta de sudor helado. Era una pesadilla.
Las pesadillas tienden a tratarse como una ocurrencia común durante la infancia, pero se supone que en la edad adulta tienden a desaparecer. Sin embargo, la realidad es que uno de cada dos adultos sufre pesadillas ocasionalmente, mientras que del 2 al 8% las padece de manera constante. ¿Por qué suceden estas experiencias?
Uno de cada dos adultos sufre pesadillas ocasionalmenteA pesar de que no sea un proceso consciente, el sueño es una extensión de nuestros pensamientos del día. En consecuencia, una pesadilla puede ocurrir cuando estamos pensando durante la fase REM del sueño, intentando dar sentido a nuestras ideas, resolver problemas difíciles que tuvimos durante el día. Sin embargo, muchas otras razones pueden verse involucradas: haber comido alimentos pesados, altos en carbohidratos, tarde en la noche -puesto que incrementa la actividad cerebral y el metabolismo-, reacciones a medicamentos que estemos tomando, enfermedades como la ansiedad y la depresión, o incluso alergias. Los desórdenes del sueño, como la apnea y el síndrome de piernas inquietas pueden también causar pesadillas crónicas.
Tu cerebro durante una pesadilla
En general, las pesadillas tienden a ocurrir durante el último tercio de …