El bienestar animal es una de las prioridades de miles de científicos por todo el mundo. Pero todavía existen barreras que nos impiden comprender adecuadamente el estado en el que se encuentran los animales.
Convivimos en un mundo con millones de animales. Es más, miles de especies son indispensables para nuestra supervivencia, nuestro avance o nuestra vida cotidiana. Esto despierta sin más remedio una serie de cuestiones éticas. En principio, nadie quiere ver sufrir a otro ser vivo. Por ello, existen millones de personas preocupadas por el bienestar animal: su trato, su mantenimiento, su situación. Ya os hemos hablado en más de una ocasión sobre este tema. Pero hay una cuestión esencial que pocas veces se aborda. ¿Cómo sabemos si un animal está sufriendo o es feliz? ¿Es feliz una vaca estabulada? ¿Lo es un caballo en la pradera? ¿Y los animales del zoo? Esta pregunta no es baladí, en absoluto. Es una cuestión muy seria y que abre la puerta a nuevas dudas.
Todo es cuestión de comunicación
Los seres humanos somos antropocéntricos. Es obvio. Pero a veces se nos olvida que todos y cada uno de los seres vivos tienen sus formas particulares de comunicación. Estamos tan acostumbrados a nosotros mismos que confundimos, muchas veces, la falta comunicación con falta de inteligencia. El que no podamos entender lo que quiere decir un animal no quiere decir que este no tenga un mensaje que comunicar; o que sea tonto. Pero los animales poseen su propio y complejo sistema de comunicarse. Muchos de …