Múltiples estudios e investigaciones científicas diagnostican la invalidez de las largas jornadas de trabajo, generando problemas de salud y una menor productividad.
La duración de las jornadas de trabajo es uno de los grandes debates de la sociedad actual. Las opiniones respecto a esta temática se agrupan en tres ejes: los que apoyan la duración actual, los que promueven jornadas más reducidas y los que apuestan por jornadas más largas para tratar de aumentar la eficiencia de un negocio.
No obstante, la ciencia parece no tener un diagnóstico tan diverso. Con algunos matices, todos los estudios realizados al respecto parecen coincidir en la necesidad de reducir las jornadas de trabajo no solo para mejorar la productividad y la eficiencia de los empleados, sino también para evitar posibles problemas de salud a medio y largo plazo.
Las largas jornadas de trabajo sí derivan en improductividad y problemas de salud
Concretamente, diversos estudios realizados alrededor del mundo han encontrado relaciones entre las largas jornadas de trabajo y algunas de las enfermedades más comunes de la sociedad actual:Depresión. La depresión es uno de los problemas más comunes en aquellos empleados con largas jornadas de trabajo. El estrés y la ausencia de descanso, consecuencias también de las largas jornadas de trabajo, colaboran también a una posible entrada en depresión.
Ansiedad. Contestar los correos, realizar unas llamadas, completar el informe… y todo debe estar completado antes de X tiempo. Este tipo de situaciones generan, por inercia, una presión sobre el trabajador. Pero cuando esos niveles de presión se …