La técnica Feynman, que en principio es un sistema de aprendizaje que ayuda a identificar los conceptos que no manejas bien, puede ayudar a demostrar quién no puede defender su opinión.
Pasamos mucho tiempo de nuestras vidas tratando de persuadir a los demás de lo que creemos que es lo correcto. Daniel Pink en su libro To Sell Is Human: The Surprising Truth About Moving Others llega incluso a decir que todos estamos vendiendo nuestro punto de vista y nuestros intereses todo el tiempo. Gastamos mucha saliva persuadiendo, queremos que los demás vean el mundo a través de nuestros ojos y ganar discusiones, pero frecuentemente no funciona.
Cuando no funciona y no podemos hacer ver al otro que está equivocado, tendemos a pensar que simplemente el otro es tonto. La verdad está ahí y decide no verla. En palabras de Kathryn Schulz:«Lo primero que solemos hacer cuando alguien no está de acuerdo con nosotros es asumir que son ignorantes. Ya sabes, no han tenido acceso a la misma información, pero cuando generosamente les dispensemos esa información, verán la luz y se pasarán a nuestro equipo.
Cuando esto no funciona. Cuando resulta que esas personas tienen todas la misma información y todavía no están de acuerdo con nosotros nos movemos a un segundo supuesto: no es ignorancia, son idiotas».Nunca ha sido más fácil que en este siglo el falsificar lo que se sabe, a uno mismo y a otros. Creas lo que creas, con Internet a la mano, aún si estás equivocado …