El giroscopio y el acelerómetro son una parte fundamental del uso que se hace de los smartphones. Así funcionan estas joyas de la ingeniería en miniatura.
El acelerómetro o el giroscopio se han convertido en dos de los componentes más importantes de los presentes en los smartphones modernos, hasta el punto de que se encuentran en todos a partir de cierta gama. Aunque su popularidad se encuentra muy lejos del gran cartel de marketing que pesa sobre chips, memoria RAM, sensores de cámara o tipos de pantalla, sin ellos no sería posible rotar la pantalla, jugar a Pokémon GO con realidad aumentada o disfrutar de la realidad virtual y, todo ello, con un nivel de miniaturización increíble.
Acelerómetro
El acelerómetro permite que el dispositivo detecte la orientación y rote la interfaz.
Fabricados en silicio, es el principal responsable de detectar los cambios de orientación en los terminales, con el fin de que estos puedan rotar el contenido de la pantalla hacia una posición vertical u horizontal. Aunque existen varios tipos, los más presentes en smartphones son los capacitivos.
Dos placas metálicas (una fija y otra móvil) y enfrentadas que componen un condensador son las piezas principales que explican su funcionamiento. A ellas se suma un material como por ejemplo papel, que sea dieléctrico. La clave está en que, cuando se produce la aceleración y el teléfono la detecta, cambia la capacidad del condensador, que comúnmente se confunde con "capacitor o capacitador". Al producirse el movimiento, la placa del móvil también se desplaza y reduce o …