Todo el mundo te está viendo. Aunque suene a frase sensacionalista de serie de televisión sobre hackers atractivos que teclean muy rápido, es una de las verdades más grandes de la vida moderna. Si te quiere vender algo, o si te gobierna, lo más probable es que te rastree de alguna forma cada vez que usas Internet.
No solo Google y Facebook te conocen mejor que tu madre, casi cualquier sitio web que visitas recoge algún dato sobre ti, y a donde quiera que vayas andas aceptando todas las cookies del mundo. A veces su uso es completamente inocente, como guardar los artículos de tu carrito de compras o presentarte la página en tu idioma según el sitio desde donde visitas, otras no tanto, y ese rastreo se convierte en una amenaza para tu privacidad y seguridad. Por suerte, puedes evitarlo y te explicamos todas tus opciones.
Sobre las cookies y el ad tracking
Seguro has aceptado el uso de cookies un millón trescientas cincuenta y cinco mil veces, pero quizás nunca te has detenido a entender qué son. Una cookie es un archivo que crean los sitios web para identificar a los usuarios y almacenar su historial de actividad. No todas las cookies son malas, y casi siempre son necesarias para que una web te ofrezca la mejor experiencia.
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