Touch ID y Face ID son dos métodos de autenticación creados por Apple que son populares por la comodidad y alta seguridad que proporcionan a los dispositivos de la compañía. Sin embargo, en determinadas situaciones pueden ser utilizados contra nuestra voluntad o sin nuestro consentimiento. Por suerte, existe una manera de bloquearlos para forzar la petición de nuestra contraseña o PIN en un iPhone o iPad. Veamos todos los detalles.

Cómo funciona Touch ID y Face ID

Touch ID realiza una representación matemática de tu huella la primera vez que la configuras y no hace ningún tipo de fotografía. Estos datos se almacenan en el Secure Enclave, una parte del procesador Ax diseñado por Apple para cada iPhone y iPad. Al Secure Enclave no tiene acceso el resto del sistema operativo y los datos están cifrados. De modo que nadie podría realizar ingeniería inversa para intentar reconstruir tu huella.

Face ID funciona de manera similar. El sistema TrueDepth construye un mapa de profundidad gracias a la proyección de 30.000 puntos en el rostro y de la captura de una imagen en infrarrojos. Este mapa se transforma en una representación matemática gracias al motor neuronal del procesador A11 Bionic o A12 Bionic que montan los diferentes iPhone y iPad. La representación queda almacenada en el Secure Enclave y permanece cifrado y aislado, igual que con Touch ID.

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