El teléfono móvil inteligente es uno de los productos que representa el capitalismo moderno. Hasta que llega a manos del consumidor, las políticas de deslocalización, las negociaciones, la mecanización de procesos industriales y la ampliación de la oferta han hecho de las suyas. A medida que China abría sus murallas al libre comercio, la guerra tecnológica se ha recrudecido dando paso, además, a la balcanización de internet. Como objetivo, el dominio del mundo.
Lo que se está dirimiendo en estos momentos es el bloque que dominará internet y, por ende, el planeta. Con Europa mirando de reojo desde el banquillo, Estados Unidos y China se disputan este partido. Los vetos, cruces de acusaciones y contramedidas han elevado la tensión en los últimos tiempos. Como sucede a menudo, el ciudadano, principal perjudicado del choque de trenes, no tiene ni voz ni voto en este asunto.
Huawei es la marca que se ha colocado en la primera línea de fuego de las nuevas tecnologías. Fundada por Ren Zhengfei, exoficial de las Fuerzas Terrestres del Ejército Popular de Liberación chino, se encuentra en una
posición muy fuerte en el desarrollo y despliegue de la tecnología móvil 5G, las nuevas redes que conectar todos los objetos electrónicos. Un espacio que Estados Unidos no está dispuesto a ceder. «La carrera del 5G es una carrera en la que tiene que ganar Estados Unidos», reconocía Donald Trump, presidente estadounidense, hace unas semanas.
La zancadilla de Google a la firma china tiene un trasfondo …