China acaba de introducir nuevas medidas para sus ordenadores y servidores gubernamentales: a partir de ahora, no podrán utilizar PCs con procesadores Intel o AMD, ni que funcionen con Windows, el sistema operativo de Microsoft. Con esta decisión, la segunda potencia económica mundial quiere dejar de depender de las tecnologías extranjeras y empezar a apostar por alternativas locales.China avanza en su estrategia de sustituir tecnologías extranjeras por soluciones nacionalesUno de los objetivos políticos del plan 'Made in China 2025' es reducir la dependencia tecnológica de otros países y, además, alcanzar el liderazgo en la innovación tecnológica a nivel mundial en el año 2050. Por ello, y después de anunciar el pasado 26 de diciembre su intención de eliminar gradualmente los procesadores y software procedente de EE.UU., China ha comenzado a aplicar estas nuevas directrices, según informa Financial Times.Sin duda, una decisión que hará mucho daño a empresas como Intel, ya que China fue el causante del 27% de los 54 mil millones de dólares generados por la empresa californiana el año pasado, que en el caso de AMD ocupan también un generoso 15% de sus ventas. Estas restricciones tendrán menos impacto en la compañía de Bill Gates, pues el mercado chino solo supone el 1,5% de los ingresos de Microsoft.De manera progresiva, los ordenadores y servidores públicos se despedirán de los microprocesadores de Intel y AMD en favor de opciones locales, mientras que las directrices más estrictas indican que también se prescindirá de Windows, el sistema operativo de Microsoft. Estas …