El juguete de moda de los últimos días es ChatGPT, un modelo de inteligencia artificial optimizada para diálogos de la gente de OpenAI que cualquiera puede probar. Sólo hay que ir a la página, registrarse con una cuenta de Google/Microsoft [previamente registrada en Beta.OpenAI] y listo.
La forma de usarlo es muy simple: utilizándolo como chatbot conversacional al que se le pueden preguntar cosas, modificar las preguntas ligeramente (para evitar errores o obtener respuestas un poco distintas) y en general en un diálogo continuo e informal que permite a la IA recordar la conversación completa y mantener el contexto sin mayores problemas. Funciona tanto en inglés como en castellano. Pero ojo: yo he notado diferencias importantes según qué idioma se use y en general supongo que estará mejor entrenada en inglés, aunque en castellano se maneja perfectamente.
Tras haberlo probado un rato, aunque no de forma exhaustiva, y tras haber leído cientos de tuits y ejemplos que la gente ha empezado a circular por ahí, mi conclusión es que es una herramienta asombrosamente potente, que no sólo tiene una conversación perfecta y natural sino que además tiene más puntos fuertes (ventajas, aplicaciones, versatilidad) que fallos (problemas lógicos, de conocimiento y limitaciones autoimpuestas). Algunas cuestiones generales:
No es «inteligente» ni «comprende» ni «razona» ni nada similar. Es una IA del tipo LLM (Modelo de lenguaje de gran tamaño) que almacena vastas cantidades de textos de libros, páginas de internet, enciclopedias, foros, redes sociales y similares. Todo lo que hace es precedir …