El control de velocidad adaptativo es la puerta de entrada para el coche autónomo.
Los conductores norteamericanos gastaron cerca de 6,9 miles de millones de horas a causa del tráfico en 2014, un motivo más que suficiente para que los fabricantes intenten poner coto a los problemas que generan los atascos. La tecnología está de su lado y quieren usarla para que comencemos a ver al coche autónomo como la única opción para evitar estos problemas. El primer paso: comenzar a delegar algunas tareas en el coche, como la gestión del tráfico.
Los sistemas de control de velocidad adaptativos llevan muchos años entre nosotros y la siguiente generación de esta tecnología está llegando a muchos modelos. Algunos lo hacen de una forma muy avanzada como el sistema Autopilot de Tesla en otros casos está algo más limitado para tratar de ir con cierta precaución, como es el caso de Ford y otros fabricantes.
El nuevo Ford Fusion, que llegará en pocos meses a los concesionarios de algunos países, incorpora un control de crucero adaptativo con función de stop and go que es capaz de adaptar la velocidad al coche que nos precede, marcando nosotros la velocidad y la distancia máxima que queremos guardar. El coche se pondrá las pilas y será capaz de mantener velocidad y distancia de seguridad, eso sí, la dirección y los adelantamientos corren de nuestro cargo.
El nuevo Ford Fusion incluye 20 sistemas de asistencia a la conducción.
En combinación con este control de velocidad adaptativo se encuentran sistemas de frenada …