Un abrazo por una buena noticia, un vídeo grabado con las cámaras del trabajo y una publicación en Instagram con esa grabación. Este hilo de acontecimientos le costó el empleo a un gerente de Burger King, al considerar la empresa que se trataba de una infracción muy grave. Sin embargo, la justicia no lo ha visto con los mismos ojos.
La historia comenzó a principios de 2023, cuando un gerente de Burger King accedió a las grabaciones de uno de los restaurantes. En ellas se veía cómo él mismo abrazaba a su pareja —también empleada del establecimiento— tras comunicarle que estaba embarazada. Le gustó tanto la reacción que descargó el vídeo y se lo envió a su pareja, quien lo publicó en Instagram.
Un despido por un abrazo que ha quedado en nada
Al enterarse de que una trabajadora había difundido un vídeo extraído del sistema de videovigilancia del restaurante, la empresa consideró que se había producido una grave vulneración del deber de confidencialidad. Con este argumento, procedió al despido tanto del gerente como de la trabajadora. Todo ello amparado en una cláusula de confidencialidad que decía:
No copiar la información contenida en los grabadores en los que se almacenan los datos de video vigilancia al propio ordenador, disquetes o a cualquier otro soporte sin autorización expresa del responsable de Seguridad [...] No divulgar por ningún medio imágenes ni cualquier tipo de información contenida en los sistemas de video vigilancia.
Pero esta decisión llegó …