Hay que rendirse a la evidencia de que determinadas temáticas en el cine pueden resultar un tostón soberano para el común de los mortales, más interesado, digámoslo así, en tramas vivísimas que en aquellas con la aridez que se suele atribuir a la labor de funcionarios, contables y los tejemanejes del mundo financiero. Pero no nos llevemos a engaño: lo fundamental para que una narración cinematográfica afecte a los espectadores y consiga despertarles al menos el interés es que experimenten algo tan preciado como la empatía por sus personajes, y da igual que se dediquen a buscar tesoros o a sumar dividendos mientras puedan identificarse con ellos y sus cuitas. De otra forma, estamos perdidos, y la película o la serie de televisión, condenada.
Una producción de calidad similar a la de Juego de Tronos, House of Cards, Mr Robot y Ray DonovanAsí, pueden contarnos cómo se organiza la persecución de los delitos financieros en las fiscalías estadounidenses, y las maniobras de aquellos que los perpetran para que no salgan a la luz y les enchironen, si los cineastas son lo suficientemente hábiles para que su relato se llene de vida. Y esto es lo que ocurre con Billions, la serie de Showtime creada por Brian Koppelman, David Levien y Andrew Ross Sorkin que se ha emitido este año en Estados Unidos y que ahora acaba de llegar a Movistar+.
Para Sorkin, de quien siempre hay que aclarar que no está relacionado de ninguna forma con el gran guionista Aaron …