Bill & Ted Face The Music (2020) es la tercera película de la –digamos– saga de culto que comenzó con Las alucinantes aventuras de Bill y Ted (1989), que fue uno de los primeros papeles en largometrajes de Keanu Reeves, justo después de Las amistades peligrosas. Digo «de culto» porque aquella película apenas circuló por los cines o pasó directamente al vídeo en según qué regiones (muy típico de la época) y otro tanto le sucedió a la segunda parte, El viaje alucinante de Bill y Ted (1991).
Todas las películas de esta saga son malas, pero malas en una categoría estelar entre las mejores películas malísimas. Advertido esto, tratan sobre viajes en el tiempo, que es por lo que saltaron a mi radar hace tiempo; ni las había visto en su día. Esta última entrega, producida por Orion Pictures (¡clásico!) es una especie de salto hipertemporal 31 años después de que se estrenara la primera. Por aquel entonces Bill y Ted (Alex Winder y Keanu Reeves) hacían de quinceañeros atolaos hablando en su peculiar jerga de «¡mola! ¡estupendérrimo! ¡mazo guay!» y similares – o al menos supongo que esa sería la traducción aproximada porque creo que algunas ni se doblaron al castellano.
El guión es básicamente el de La Odisea, una «búsqueda de objetivos» de las de toda la vida: tras recibir un inquietante mensaje del futuro sobre el Fin del Mundo, los dos protagonistas (y sus respectivas hijas, adolescentes como ellos hace 30 años) deben buscar cómo crear …