Tras las huella dactilar, el próximo gran uso de la biometría llegará a través del escáner de Iris, posibilitador del Selfie Pay.
Desde la aparición del NFC se sabía que la llegada del pago móvil sería una cuestión de tiempo, y que el pago contactless iría, por tanto, mucho más allá de las tarjetas bancarias renovadas. Samsung Pay ha sido el primer sistema masivo independiente (sin depender de la aplicación concreta de una entidad bancaria) en llegar a España, y las perspectivas son muy buenas, ya que durante 2015 el pago con tarjeta ha superado por primera vez al metálico en el país. Respecto a la seguridad, el lector de huella dactilar ha sido un gran factor de impulso, pero lo siguiente será el "Selfie Pay".
El uso de variables biométricas para identificación no ha hecho más que empezar, y todo apunta a que el reconocimiento de Iris puede ser el siguiente en expandirse en los smartphones. Parece, además, que el Samsung Galaxy Note 7 puede ser el gran estandarte de lo que viene en ese sentido. Frente a la identificación facial, más fácilmente sobrepasable con fotografías de alta resolución (aunque también se ha llegado a emplear), un lector de Iris requiere parpadeos para que se detecte que existe una persona frente a la cámara, y datos de mayor profundidad del ojo que una simple imagen.
Mastercard ya está experimentando con el selfie como forma de identificación.
En definitiva, el lector de Iris puede ser al Selfie Pay lo que el lector de huella …