La primera y fulgurante carrera electoral de Bernie Sanders será a buen seguro también la última. No obstante, sus ideas aspiran a marcar el paso de las actuales y futuras generaciones de jóvenes progresistas en EE.UU.
Europa y América. A la vez, tan similares y tan diferentes. Cultura occidental compartida con una asimilación de principios políticos tan distinta. Una realidad en versión aumentada durante la actual carrera electoral norteamericana cuya gran estrella, en el bando los buenos (o menos malos), es sin duda Bernie Sanders.
La figura que encarna Sanders puede parecer anecdótica dentro del sistema político de EE.UU. Es un progresista independiente, autodeclarado socialista, que lucha contra el resto. Por un lado, un partido republicano cada vez más conservador e histriónico gracias al efecto Trump; por otra parte, un partido demócrata dominado por el stableshment financiero.
La falta inicial de apoyos económicos por parte de grandes corporaciones supuso un bache arduo de superar durante los primeros compases de su campaña. Un obstáculo que comenzó a superar gracias a una intensa labor de comunicación a través de las Redes Sociales. Porque su público objetivo inicial fueron sin duda los jóvenes.
Bernie Sanders durante su visita a Nueva York. Fuente: DemocraticUnderground
No obstante, a medida que avanzó la campaña demócrata, su equipo fue realizando considerables esfuerzos para llegar a otros grupos sociales como la comunidad negra y latina. Eso sí, teniendo siempre en cuenta la victoria anticipada de Hillary Clinton entre estos sectores. Una realidad que retroalimenta la escasa exposición mediática de una vida dedicada a …