Durante la época del Cretácico Tardío, hace aproximadamente 66.1 millones de años, había una convivencia entre aves, pterosaurios y dinosaurios, concluye una investigación donde colaboró la UNAM, luego de que se encontraran dos localidades con huellas de aves pertenecientes a este periodo.
Según detalla Francisco Vega Vera, investigador del Instituto de Geología, la primera localidad, descubierta por el naturalista coahuilense, José Flores Ventura, se trata de un registro de huellas muy parecidas a las de gansos, garzas y urracas actuales que datan de una edad cercana a la extinción de los dinosaurios, en un ambiente cercano a la antigua costa de Coahuila.
Las huellas encontradas pertenecen a los pterosaurios del grupo de los Azhdarchidae, que contaban con envergaduras de sus alas estimadas en hasta cuatro metros y entre este grupo se encuentran los más grandes, como el Quetzalcoatlus. Por otro lado, en el resto de las huellas de dinosaurios, se encontraron similitudes con las de tiranosaurios.
Un modelo en tamaño real del Quetzalcoatlus en una exposición del Field Museum
Además de estas pisadas de tipo semipalmeado también se encontró un registro de pequeños invertebrados, entre nematodos y larvas de insectos, que sugiere que estos vertebrados se alimentaban de materia orgánica que se acumulaba en esteros o marismas cercanos a la costa.
Las evidencias que arroja sobre la extinción de los dinosaurios
En la segunda localidad se encontró una capa de …