2017 ha sido un año memorable para el medio. Prácticamente desde que arrancó, hemos sido maravillados mes con mes con grandísimos lanzamientos que dieron mucho de qué hablar en todo sentido. Puede ser que para muchos, hablar de cosas estéticas dentro de un videojuego sea algo efímero y sin tanta importancia, pero también habemos quienes creemos que si bien no es una parte central, la presentación de un juego sí juega un papel crucial en cómo es que se construye la atmósfera en la que el autor está intentando sumergirnos. A lo largo del año hemos visto cómo varios estudios lucieron las más recientes versiones de sus motores gráficos, causando que se nos cayera la mandíbula al lograr assets de tan alta calidad y, sacando el máximo jugo de las consolas de actual generación.