Hoy han arrancado las operaciones de taxis autónomos de Uber en Pittsburgh y de momento todo parece ir mejor que bien.
Pittsburgh, Pensilvania, un área metropolitana mediana conocida como la “ciudad del acero” cerca de los Grandes Lagos, ha sido el escenario elegido por Uber para empezar a rodar sus taxis autónomos. Y la experiencia está siendo, de momento, muy satisfactoria.
Uber ha modificado unos Ford Fusion (Ford Mondeo en Europa) con una base superior llena de sensores, radares, cámaras y láser capaces de mantener en todo momento la atención sobre las inmediaciones del vehículo.
Durante el inicio de la prueba, y por un tiempo indefinido, un conductor irá sentado en el asiento correspondiente, aunque lo hará solo como respaldo al sistema autónomo. En caso de que algo falle, y con solo pisar el freno, acelerador, mover el volante o apretar un botón rojo especial implantado por Uber, el vehículo devolverá el coche al “modo humano” de forma automática.
Para los viajeros
Desde los asientos traseros los viajeros pueden ver lo que el coche "ve".
Los viajeros podrán solicitar sus viajes de forma idéntica a cómo lo hacen hoy en día. Y no sabrán si es un modelo autónomo o no el que llegará a recogerlos hasta que lo haga.
Pueden solicitar al conductor humano que haga él el trabajo si así lo desean, pero muchos seguramente opten por grabar toda la experiencia en su smartphone para enseñárselo a sus conocidos después.
Aún parece que los sistemas de Uber tienen que mejorar en varios aspectos. Pasar de un …