Para nosotros, hoy en día, hacer una captura de pantalla en nuestros dispositivos es cosa de un atajo de teclado o pulsar dos botones al mismo tiempo. La imagen que se genera se guarda e nuestro carrete o en el escritorio del Mac, no tiene más. Lo contamos en un sencillo tutorial hace un tiempo.
Sin embargo, hacer eso con un Apple II en 1983 era mucho, mucho más complicado. Los sistemas operativos de la época ni tenían una herramienta para hacer capturas de lo que mostrara en su propia pantalla, de modo que había que hacer lo que podéis ver en la imagen superior: fotografiar la pantalla con una cámara tradicional y una serie de herramientas especiales para que la imagen saliera lo mejor posible.
Capturar, enviar, imprimir y llevar
La imagen viene de este tuit de los aficionados de Computer Records, y el veterano Chris Espinosa corrobora que formaba parte del equipo que tenía que hacer este trabajo. Las capturas se hacían para poder ilustrar adecuadamente los manuales de usuario y la documentación del Apple II, y por supuesto implicaba el revelado analógico de cada una de las fotografías.
Chris, además, explica en más tuits que Apple dio con un sistema mejorado para poder tomar capturas de pantalla con los primeros Macintosh originales. En ese caso se abandonaba por fin la cámara analógica para capturar la imagen de la interfaz digitalmente mediante un programa que guardaba las imágenes en formato MacPaint.
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