Las carreras no siempre las gana el coche más rápido, algunas veces una buena estrategia puede definir el resultado y parte importante de esa estrategia es el decidir qué neumáticos deben usar en la largada y en qué momento se harán los cambios. Dependiendo del tipo de circuito, sus curvas, asfalto y velocidad máxima es la decisión de qué compuesto es el óptimo a usar en cada carrera. Cada temporada se busca perfeccionar los neumáticos para que se pueda cumplir con las especificaciones que marca el reglamento de F1, para esto la empresa encargada de suministrar los neumáticos, además de usar complejos programas de simulación virtual, se apoya en los equipos quienes le proporcionan los datos recabados durante toda la temporada. Según explica Pirelli: “Una de las evoluciones clave en todos los neumáticos de este año ha sido la optimización de la presión de la huella y la distribución de la temperatura. Esto presenta una mayor uniformidad en contacto con el asfalto, mejorando el agarre y la manipulación”. Las llantas usadas en la F1 tienen rines con un diámetro de 13 pulgadas, el ancho de la banda de rodamiento es de 245 milímetros para las delanteras y 325 milímetros para las traseras. Normalmente se llenan con una mezcla especial de aire con nitrógeno, diseñada para minimizar las variaciones de presión en las llantas por el cambio de temperatura. Cada llanta está diseñada especialmente para un circuito en específico y para montarse en un lado del coche en especial, ya que …