Imagina por un momento que, de repente, Tim Cook tiene un cambio de opinión y decide lanzar un iPhone con una ranura para tarjetas microSD. De repente todo el paradigma de almacenamiento en iOS cambiaría, y modelos de iPhone como el de 1 TB desaparecerían. Hasta podríamos llevar esta hipótesis a los iPad.
Pero plantear eso y quedarnos con conclusiones a nivel de hardware no es nada justo: ¿qué cambios podría haber en el funcionamiento de iOS y de las aplicaciones? Se abrirían tantas puertas que Apple tendría que tomar una serie de decisiones cruciales. Hagamos un ejercicio de imaginarnos estas decisiones.
Más comodidad y más opciones, pero sacrificando rendimiento
Apple podría lavarse las manos y hacer lo más simple del mundo: si metes una microSD, que ésta aparezca como ubicación extra en la aplicación 'Archivos' y ofrezca poder almacenar datos del mismo modo con el que podemos hacer ahora cuando conectamos un pendrive o un disco externo. De hecho sería la decisión más rápida y lógica desde Cupertino.
Pero sabiendo que hay tarjetas microSD de hasta 1 TB de espacio, quizás éstas podrían ayudar a aliviar las principales demandas de espacio que hay ahora mismo en los iPhone. Un iPhone de 128 GB podría preferir guardar la fototeca en una SD con más espacio, esté o no esté sincronizada en iCloud. Un formato cifrado de esa tarjeta enlazado con nuestra ID de Apple impediría que dicha tarjeta pueda ser leída en …