La ciudad de México y otros estados de la República cada año se enfrentan a sismos de distintas magnitudes, y hasta hace muy poco tiempo, los edificios podían resultar con graves daños estructurales después de un temblor, sin embargo, tomando ideas de disipadores sísmicos que se utilizan en Japón y los Estados Unidos, se han creado los primeros disipadores sísmicos con el sello "Hecho en México".
Esto es obra de Héctor Guerrero Bobadilla de la Facultad de Ingeniería, que ha elaborado un modelo matemático para calcular los efectos de un sismo en un edificio y también con base en esos cálculos ha desarrollado un prototipo de disipador que ya se ha probado de manera experimental con muy buenos resultados.
Los disipadores sísmicos son barras con un centro de acero y forradas en concreto que se colocan en cada uno de los pisos de un edificio, logrando captar y disipar la mayor parte de la energía que se produce durante el temblor, en palabras del Dr. Guerrero:
El dispositivo capta la fuerza del temblor, deformándose y evitando que la estructura reciba todo el impacto, con lo que se reducen los daños
Lo más novedoso de los prototipos desarrollados en la UNAM es que son de un costo bastante bajo y prácticamente cumplen la función de un fusible en el sistema eléctrico, es decir, después de un temblor, los disipadores se cambian, y los daños estructurales se vuelven casi cosa del pasado.
Por si esto fuera poco, su tasa de …