Apple se queda sola contra la oleada de recolección masiva de datos por parte de las grandes empresas tecnológicas. Usados con fines publicitarios y como fuente de alimento de complejos algoritmos, los datos de los usuarios son las pilas que alimentan las múltiples Matrix que operan en el mundo.
Apple fue creada hace 40 años, pero ha sido en la última década cuando empezó a enfrentarse a un nuevo reto: cómo tratar la información privada de sus usuarios.
Hasta hace unos pocos años, y en un mundo donde el ordenador era el centro de la casa, la respuesta de Apple era proveer herramientas, pero el usuario se guisaba todo. Así orientó su plataforma ofimática, sus aplicaciones de edición de fotografías, vídeo o música. El usuario tenía su Mac, que era el centro de todo, y haría copias de seguridad en su Time Machine. El resto de sus dispositivos dependerían de un USB umbilical hacia el Mac.
Pero otros vientos se levantaban en Silicon Valley. La ubicuidad de las redes celulares, y el descenso constante de los precios del almacenamiento de datos hizo florecer empresas y servicios destinados a almacenar de forma externa nuestros datos. Nacía la nube como concepto empresarial y personal.
Apple tardó muchos años en dar una respuesta a los servicios de almacenamiento remoto de Dropbox, Google y otros
Como con tantas cosas, los precios empezaron a bajar de forma agresiva. Lo que empezó siendo ofrecido por 10 dólares al mes acabó siendo gratis por otros servicios. La similitud entre los servicios hacía …