Esto de las sensaciones circulares puede jugar en nuestra contra cuando pensamos en dónde estábamos en la última revolución. Ayer, mientras tomaba tranquilo un café a última hora de la tarde (algo cansado) intenté dejar la mente en blanco - ahogando los pensamientos que tenían forma de interrupciones con cada sorbo. 2006, el año que empezamos Applesfera. Abril, el mes en que comenzamos a escribir.

"¿Pensáis que Apple puede crear un teléfono móvil?", escribí hace 17 años a quienes empezamos todo esto en un vetusto CMS del que ya apenas recuerdo la apariencia. Ahí iniciamos una conversación entre compañeros que derivó en comentarios sobre la estrategia de la marca, la fortaleza del iPod - el gran estandarte de la época - y la llegada de los primeros Mac con procesadores Intel. Algo estaba pasando, algo iba a pasar, pero en muchos sentidos, todos comenzábamos a andar con pasos cautos: nosotros, que aún no controlábamos el timing de la marca y ellos que no querían otro fiasco de la era Newton en una Apple con un Steve Jobs en plena forma.

Algo pasó entre 2006 y 2008 y no fue el iPhone. Al final si que ocurrió lo del teléfono móvil de Apple y con la perspectiva de hoy en día creo que todos entendemos que cambió el mundo. 17 años después, estoy convencido que ocurrió algo más importante que todo aquello. En la exploración de las posibilidades, en la búsqueda de los límites de la tecnología, en la valentía de …