Que levante la mano cuántos fans de ‘Quién da más’ o ‘Empeños a lo bestia’ se encuentran en la sala. Estos programas transmiten la extraña sensación de que en cualquier momento podríamos toparnos con una reliquia de la informática vetusta.
Y que, tal vez, se nos escaparía de no estar atentos ante una porción de hardware que hoy día valdría millones. Aunque más bien su lugar sea una vitrina de museo. Tal fue la suerte que corrió hace algunos años un Apple I, uno de esos equipos que nunca perderán su valor histórico.
El día que alguien mandó tirar un Apple I
Y es que esta historia es una auténtica locura: una mujer de Milpitas, una pequeña ciudad del Condado de Santa Clara (California) decide hacer limpieza en el garaje y le pide a una empresa de reciclaje que, por favor, se quede con todos los trastos que allí acumulaba tras el deceso de su esposo. Tres cajas llenas de “basura” entre las que se encontraban una auténtica rareza.
La tienda, Clean Bay Area, se topó con un Apple I, uno de los escasos 200 modelos que fueron construidos por el triple entente fundador de Apple: Steve Jobs, Steve Wozniak y Ron Wayne. El ordenador, además, se encontraba en un estado abrumador, impoluto.
En Applesfera
Surgen imágenes del primer ordenador prototipo de Apple del que no se acuerda ni Steve Wozniak
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