Antes era un lujo que costaba literalmente decenas de miles de euros, pero ahora mismo tener un televisor 4K de 65 pulgadas o más te puede costar tranquilamente menos de 2.000. Que ya es dinero, pero ya es lo suficiente como para que mucha gente (y no sólo un millonario) se lo pueda permitir.
Todas las marcas, incluso Amazon, se han lanzado a tener televisores a precios prácticamente de derribo. Entonces, ¿por qué no ha hecho Apple lo mismo usando su modelo de negocio? Pues sólo tenemos que ver por qué el precio de todos esos televisores de gran diagonal ha bajado tanto.
No es sólo el televisor: es qué hace su sistema
El primer factor no tiene debate: los costes de fabricación de los televisores han bajado mucho gracias a una optimización de los procesos y del uso de materiales. Si te cuesta menos fabricar un televisor, puedes venderlo a menos precio para ser competitivo en el mercado. Si te da igual el panel, puedes conseguir uno a precio de ganga.
Aquí Apple podría haber aprovechado para vender su propio televisor, jugando con la mayor calidad de sus materiales y la optimización de sus componentes junto con su software. La misma estrategia que un Mac contra un PC. El problema por el cual podemos agradecer que Apple no venda televisores radica en el software.
Lo que antes era un firmware muy simple para sintonizar y gestionar canales de la TDT ahora …