Entre la avalancha de novedades tras el lanzamiento del iMac Pro, Apple escondía (y repetía) una promesa para los usuarios aún más exigentes: siguen trabajando tanto en un Mac Pro de diseño modular como en una pantalla de gama alta profesional. Un movimiento inusual para la compañía, que demuestra lo excepcional de la situación vivida en el entorno del ordenador de escritorio de la compañía.
Un Mac Pro modular y pantalla de gama alta
Además del nuevo iMac Pro, Apple está trabajando en una nueva generación completamente rediseñada del Mac Pro, pensado para los clientes profesionales que necesitan un equipo con el mayor rendimiento posible en un diseño modular y ampliable, así como una pantalla profesional de gama alta.
Así es como terminaba la nota de prensa oficial en la que Apple anunciaba el iMac Pro. Un puñado de palabras claramente orientadas a tranquilizar al segmento más pro entre los pros, donde el iMac Pro es un equipo visto con muy buenos ojos salvo por un aspecto crucial: la modularidad y ampliación del mismo.
El iMac Pro no es un equipo ampliable por el usuario, salvo por la memoria RAM que sí se puede modificar después de su compra a través de una tienda o reseller oficial de Apple. Las exigencias del diseño del iMac Pro impiden que se puedan intercambiar y mejorar sus componentes por otros superiores. Esto es algo que no todos los usuarios necesitan, pero que la compañía siente que debe ofrecer a quienes sí buscan …