Nos dejó a todos boquiabiertos en el E3 de hace tres años y se puso a la venta la pasada semana. ¿El nuevo Destiny? ¿El proyecto que dictará el futuro de Ubisoft? ¿Uno de los juegos de 2016? Son muchas las expectativas que rodean a The Division. ¿Estará el juego a la altura de lo que todo el mundo espera? Uno nunca sabe muy bien cómo valorar o a qué atenerse a la hora de analizar un proyecto resultante de una mezcla de géneros y mecánicas como es The Division. Hay mucho shooter, otro tanto de la parte centrada en la progresión de los RPG modernos y, en su estructura, no deja de beber de la esencia de A-RPG como la franquicia Diablo o MMO como World of Warcraft. ¿Qué pesa más? O, sobre todo, ¿el público de qué género quiere meterse Ubisoft en el bolsillo?
Lo que predomina en la experiencia son los tiroteos y ahí se cumple con nota. Cierto es que uno puede echar en falta la posibilidad de agacharse y/o tumbarse en un shooter en tercera persona como este y la transición entre coberturas podría ser, en ocasiones, algo más fluida. Más allá de eso, el gunplay y el feeling de las armas hacen que cada encuentro sea más satisfactorio que el anterior.
Enfrentamientos que serían todavía más interesantes si la inteligencia artificial de los enemigos y sus diseños y rutinas de ataque no fueran tan vagos. La vara de la dificultad no sube con nuevas …