Poco más de medio año después de la llegada de Dishonored 2, Arkane Studios nos hace llegar PREY. Esta secuela, mantiene el nombre pero no la esencia del original, es una mezcla de referencias que termina resultando en una gran y tensa aventura. La progresión de Arkane Studios es una de esas sobre las que gusta hablar. Fue en 1999 cuando Raphael Colantonio fundaba el estudio en 1999 para ponerse inmediatamente a trabajar en Arx Fatalis, un cumplidor RPG de acción que lanzaron tras tres años de desarrollo. Poco después llegó el título que sirvió para ponerlos en boca de los aficionados del género, cuajando con Dark Messiah of Might & Magic un RPG tremendamente dinámico, con un sistema de combate que poco tendría que envidiar a los títulos del género que llegan hoy en día a las tiendas.
Pero, en cambio, no fue hasta hace apenas cinco años cuando todo el mundo situó en el mapa a los chicos y chicas de Arkane Studios, gracias a ese sobresaliente Dishonored que nos llegó de la mano de la rama publisher de Bethesda. Y fue hace apenas unos meses cuando su todavía más pulida y perfeccionada secuela pisaba las tiendas. Tras un inicio prometedor y varios años realizando desarrollo de apoyo en proyectos como Bioshock 2 y World at War, el estudio estaba en boca de todos por sus propias ideas.
Por esa misma progresión y las hechuras de equipo mediano de Arkane Studios, nos sorprendió encontrarnos con que eran los …