La incómoda realidad de los prejuicios del mundo contada por una emigrante nigeriana
Cuando la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie creció en su país natal, no estaba acostumbrada a ser identificada a través del color de su piel. Como cuenta en una entrevista (en inglés) con NPR, al llegar a los Estados Unidos para comenzar a estudiar en la universidad, se vio confrontada con lo que significaba ser una persona de color en ese lugar, teniendo que aprender -ya como adulta- a navegar el concepto de raza y a reinterpretar su identidad a través de éste.
Ésa es la experiencia que Adichie retoma en su novela "Americanah", una historia deliciosa, divertida y de ágil lectura que al mismo tiempo consigue explorar conceptos tan difíciles como la identidad, la raza y el género.
A través de la historia de amor de Ifemelu, una mujer joven que -al igual que Adichie- deja Nigeria por los Estados Unidos para estudiar en la universidad, y Obinze, su novio de la secundaria, la autora explora en primera instancia la relación de ambos personajes con su país natal, un lugar bajo un régimen militar y azotado por la pobreza que se ven empujados a dejar en busca de mejores oportunidades, y al cual eventualmente regresan muchos años después. La noción de que los lugares que habitamos forman parte de la identidad que construimos está presente a través de toda "Americanah", desde el mismo título, un término que, en tono de broma, es usado en Nigeria para denominar a las …