Júpiter nos está volviendo a sorprender, y esta vez sus auroras son las protagonistas. El telescopio James Webb ha captado imágenes de este fenómeno que no encajan con lo que sabíamos hasta ahora. Futurism comparte los resultados de un estudio recién publicado en Nature Communications que tiene a los investigadores perplejos ante los nuevos datos.Las auroras jovianas muestran patrones inesperados, con comportamientos que no cuadran en los modelos actuales. Los científicos han detectado fenómenos que obligan a replantearse cómo interactúan las partículas con la atmósfera del gigante gaseoso del sistema solar.Las auroras que desafían a los astrónomosLas auroras de Júpiter son mucho más brillantes que las terrestres y ocupan espacios gigantescos. Mientras que las terrestres nacen del viento solar, las jovianas tienen otra fuente adicional: los volcanes de Io, que escupen partículas que luego son aceleradas por el campo magnético del planeta, 20.000 veces más potente que el terrestre.El Webb observó Júpiter con su cámara de infrarrojos y descubrió algo sorprendente: las emisiones de un gas conocido como trihidrógeno catiónico cambian cada pocos segundos. "Vimos toda la región auroral burbujeando con luz, a veces variando cada segundo", cuenta Jonathan Nichols, quien lidera la investigación.Lo más desconcertante apareció cuando el equipo apuntó también el telescopio Hubble hacia Júpiter. Al comparar datos, confirmaron que las imágenes de ambos telescopios no coincidían. Esta discrepancia sugiere la presencia de partículas de muy baja energía interactuando en la atmósfera, algo que los modelos actuales no contemplan.El comportamiento irregular del trihidrógeno catiónico obliga a los científicos …