La noche del domingo tuvo lugar en el Dolby Theatre, en Hollywood, California, la 96ª edición de los Premios Oscar, los galardones más prestigiosos del celuloide, y a pesar de ser una gala más bien aburrida y sin demasiadas sorpresas, aunque las hubo, como la de ver a John Cena como Dios le trajo al mundo, también y como siempre tuvimos tiempo para un par de anécdotas, como esta de Al Pacino al presentar el premio más importante de la velada.Sobre el actor de El Padrino o Scarface recayó el honor de anunciar la ganadora del Oscar a la Mejor película, y tras una ovación y muchos aplausos tras verle aparecer en el escenario, el intérprete comenzó con lo que parecía iba a ser un comedido pero entretenido discurso."¿Debería hacer algo de Shakespeare ahora?", comenzaba diciendo. "Eso estaría bien, ¿verdad? 'Ser o no ser'... No, no lo voy a hacer. No, no. Lo siento". Unas palabras que animaron al público que no tardó en sentirse descolocado cuando Al Pacino empezó a abrir el sobre que contenía el nombre de la cinta ganadora sin antes haber repasado siquiera las nominadas, un momento que la realización suele aprovechar para proyectar unos segundos de cada una de ellas en pantalla otorgándoles así unos últimos instantes de gloria antes de, en el caso de las no elegidas, desaparecer de la memoria colectiva.Pacino, directo al granoUn desliz que tampoco pasará a la historia como sí lo han hecho ya otros como la bofetada de Will …