Hoy, es mucho más sencillo emprender un negocio que hace décadas. Eso sí, lo que no deja de ser imprescindible es una buena idea y un plan sólido para ejecutarla. Y claro, también es relevante saber utilizar todas las herramientas que Internet ofrece.
En primer lugar, hay que preguntarse el tipo de negocio que se desea tener. ¿Uno que dé dinero de inmediato? ¿Uno que más bien se pueda emprender en los tiempos libres? Una vez respondidas estas preguntas, hay que considerar las habilidades que se poseen o cuáles son las áreas en que se es experto.
El capital, sí, es importante, sobre todo el que se pueda invertir sin temor a perderlo y el total que se necesita para la compañía que se tiene en mente.
Una perspectiva distinta
Parece que tener un "golpe de suerte" no aplica para las compañías; es más, varias empresas son exitosas por abordar un problema desde una perspectiva distinta. También vale la pena preguntarse en qué otro campo diferente al que se está habituado, se puede utilizar el conocimiento que se tiene.
Por supuesto, es útil fijarse en los negocios que dominan el mercado y pensar cómo pueden realizarse de modo más económico y eficiente.
Investigación en red
Algo que los emprendedores olvidan hacer es investigar. Es necesario buscar información demográfica sobre los clientes ideales y sobre las estrategias publicitarias que más los impactarán. Para ello, ni siquiera …