Terry Jones vuelve a la dirección transcurridos casi veinte años desde su último largometraje para la gran pantalla, y con él regresa el resto de sus compañeros de los Monty Python, el célebre grupo cómico británico que no había participado en una película de ficción al completo, exceptuando al “aguafiestas” de Graham Chapman, desde hacía más de tres décadas.El realizador galés es uno de los dos que han surgido de esta panda de humoristas; Terry Gilliam es el otro, quien ha sido capaz de evolucionar y distanciarse de sus orígenes, convirtiéndose en algo más que un amontonador de sketches cinematográficos, casi al contrario que Jones, y con cierta fortuna en unos cuantos casos y muy buena en alguno, si bien hay que decir que ya nos había dado un par de cortometrajes antes de la formación de los Monty Python. Pero ambos dirigieron su primer largometraje juntos, Monty Python and the Holy Grail (1975), una suma de escenas cómicas bastante irregular entre las que, sin embargo, se encuentra una de las más divertidas que uno pueda echarse a la cara, la del carro de los muertos.
Life of Brian (1979), de hechura similar y muy querida, deslavazada, satírica y tontorrona, sólo fue obra de Jones pero en ella, como en la anterior, actúan John Cleese, Eric Idle, Michael Palin, Chapman, Gilliam y su tocayo. Estos dos últimos dirigieron luego la nueva sátira absurda de su grupo, The Meaning of Life (1983), que no es más que otra sucesión de sketches …