El tratado sobre el espacio ultraterrestre es la base de lo que en un futuro podría ser nuestra ley espacial y asienta los términos en los que las naciones deben solventar sus problemas y convivir en el espacio.
¿Alguna vez te has planteado "comprar" el nombre de una estrella? Si la nombras, ¿quiere decir que eres su dueño? Cuando miramos al cielo, pocas veces nos paramos a pensar a quién le pertenece el astro que estamos observando. Y aún menos nos paramos a pensar en el engorroso "Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes", también conocido como Tratado sobre el espacio ultraterrestre y que define la "provincia más grande del universo". Desde el 67, la ley sobre el espacio ultraterrestre determina las cuestiones básicas que rigen la ley espacial. Entre ellas existen varios puntos básicos que permiten un uso responsable y seguro del mismo. Pero cuando nos de por salir ahí afuera, ¿qué ocurrirá? Estos son los puntos básicos sobre el espacio exterior.
Los orígenes del tratado sobre el espacio ultraterrestre
UNOOSA
Viajemos unos cincuenta y tantos años atrás. En 1967, Reino Unido, La Unión Soviética y Estados Unidos, ante la carrera espacial en auge deciden firmar un acuerdo que asiente las bases internacionales para andurrear por el espacio. A finales de ese mismo año nace el tratado sobre el espacio ultraterrestre. Éste representa el marco jurídico básico del derecho internacional del espacio. En …