La industria se ha vuelto tan diversa que la cantidad de nichos de diferentes videojugadores han causado que el término “gamer” pierda un poco el sentido. Debido a lo anterior, algunos géneros o estilos de juegos dejaron de ser “masivos” para contraerse de manera muy importante, teniendo como consecuencia que ningún publisher mayor se quiera arriesgar apoyando este tipo de proyectos, casi condenándolos a la extinción. En 2009, un sitio llamado Kickstarter nació, y en poco tiempo se convirtió en la única esperanza de aquellos desarrolladores con grandes ideas que sólo interesaban a grupo reducido de personas.