Cuando niño, en vacaciones, era un suplicio terminar de comer y tener que esperar a “hacer la digestión” para poderse meter a la alberca. Y las horas pasaban lentamente antes de tener el permiso de nuestros padres para echarnos un chapuzón. Sin embargo, parece que todo esto es simplemente un mito.
¿Dónde estaba tu casa o tu ciudad en la Pangea hace millones de años? Esta página te lo dice
La realidad es que, de acuerdo con los expertos de medicina del correspondiente departamento de Baylor College, el meterse a nadar poco después de haber comido no es una buena idea, pero no es algo que sea para preocuparnos si lo hacemos. Nadar, o realizar actividades físicas vigorosas poco después de consumir alimentos puede generar una pequeña chance de que nos duela el estómago un poco, pero nada más.Esto es, uno puede sentirse incómodo por nadar con el estómago lleno, pero no es una amenaza a la vida, indica Isabel Valdez, doctora del Colegio Baylor de medicina. Ella explica que el nadar es un gran ejercicio y que es mejor hacerlo cuando -efectivamente- se ha hecho la digestión.
Para abreviar: lo peor que le puede pasar a alguien que se meta a nadar recién después de haber comido, es un poco de dolor abdominal pues no ha hecho la digestión completa. En la medida que la persona tolere esta incomodidad, puede seguir nadando. Aún así, se advierte que nadar después de haber consumido alcohol no es una gran idea, porque estando alcoholizado, …