Google deja de ser un aliado indirecto contra la censura en internet. El servicio de alojamiento de la compañía, App Engine, se ha actualizado impidiendo de forma colateral la práctica del domain fronting, que permite a aplicaciones y servicios eludir bloqueos de la red por parte de países u operadoras.
El método es relativamente sencillo: el tráfico de aplicaciones o servicios censurados en determinados países se hace pasar por los servidores de la red de Google App Engine y las solicitudes de datos aparecen a Google.com, no a las direcciones de las plataformas. Signal, por ejemplo, adoptó la técnica en 2016 y funcionaba en lugares como Egipto o Emiratos Árabes Unidos, donde había sido bloqueada.
Las solicitudes a servicios censurados parecían hechas a Google, que normalmente no está censurado, así se evitaban los bloqueos
De esta manera, quien pueda estar monitorizando la red solo ve peticiones al dominio del gigante buscador. La única forma que tendría de impedir el uso de aplicaciones o servicios censurados que lo utilicen sería bloqueando el dominio de Google, del que dependen muchos otros servicios que pueden no estar censurando, incluyendo los de la propia compañía. Y eso no suele hacerse, de ahí que la práctica del domain fronting con Google resultase tan útil.
Google: "No tenemos ningún plan para ofrecerlo como característica"
En declaraciones a The Verge, desde Google han indicado que los cambios en App Engine han sido fruto de una actualización que llevaba mucho tiempo planeada y que el domain fronting nunca …