Durante finales de los 70, todos los ochenta y buena parte de los años 90, las arcades eran una de las principales formas de experimentar los videojuegos, tanto así que en algún punto eran un negocio altamente redituable. Compañías como Sega, Capcom, Namco y otras brillaron mucho en este universo, creando varias experiencias que siguen siendo memorables hasta el día. Con las mejoras en el hardware de las consolas, fue posible transportar los juegos de maquinas a los hogares, cada vez con mejores resultados hasta que llegamos a obtener ports que se veían aún mejor que sus contrapartes de monedas,